Desde la Fuerza del Corazón
Ha llegado el momento de un replanteo radical. En vez de la oposición entre las diversas áreas médicas, necesitamos modelos en los que una amplia variedad de enfoques puedan coexistir. Esto requiere una visión holística de los seres humanos, así como también buena disposición para aprender nuevas percepciones todo el tiempo. Esta es exactamente la naturaleza de la psicosíntesis, explica Gerhard Schobel en este artículo.
Por lo tanto, es hora de que el modelo, que ya pertenece a los más grandes modelos terapéuticos del mundo anglo-sajón, gane más terreno en Suiza.
Imagine que se debilita la salud de su árbol favorito en el jardín y apenas da frutos. Pídales consejo a los cuatro mejores jardineros de los alrededores.
El primer jardinero llega a la conclusión de que el árbol necesita más minerales, y fertiliza la tierra.
El segundo jardinero ubica el problema en el crecimiento del árbol, y lo recorta.
El tercer jardinero dirige su atención al tiempo, y llega a la conclusión que el verano seco es el culpable.
El cuarto jardinero mira la historia del árbol, pregunta su edad, si el árbol ha crecido por si solo o si fue plantado allí. Examina cuáles son sus necesidades de tierra, clima, etc. cómo está el árbol conectado a la tierra, qué otras plantas crecen cerca. En consideración de toda esta información el jardinero hará un plan para ayudar al árbol en su crecimiento.
Redención de un conflicto de enfoques
Cuando empecé mi trabajo en psiquiatría hace treinta años, me quedé impresionado por el potencial de curación de la medicina y la farmacología. Todavía me impresiona.
Al mismo tiempo, me he ocupado del chamanismo y de los métodos de medicina alternativa que también eran importantes para mí. Ambos sectores me parecían completamente concluyentes, pero al mismo tiempo diferentes. La dificultad era que requerían de un acto de verdadero equilibrio mental para mantener en mi percepción estos dos métodos opuestos.
Entonces descubrí la psicosíntesis -un concepto que combina los diferentes campos de sanación. La psicosíntesis ha sido desarrollada desde 1911 por un psicoanalista italiano llamado Roberto Assagioli MD (1888-1972). Se basa en tres pilares: la medicina, la pedagogía y la espiritualidad.
“La psicosíntesis no es una doctrina o una “escuela” de psicología; no es un método singular o especial para la realización personal, terapia y educación. (…). No hay un pensamiento convencional u ortodoxo en la psicosíntesis. Y nadie, empezando por mí mismo, debe ser visto como el líder exclusivo o representativo.”, escribió Assagioli.
La psicosíntesis es una actitud. Assagioli quería que evolucionara y permaneciera abierta a nuevas percepciones – ¡de cualquier origen! Por supuesto siempre y cuando estas extensiones se ajusten al modelo antropológico de la psicosíntesis (ver cuadro).
Con el corazón de un guerrero
Así como el cuarto jardinero, la psicosíntesis trata de entender a los seres humanos en su totalidad. La sanación es lo que percibimos como la totalidad conjunta de nuestros diversos niveles de conciencia y actuamos en concordancia. Por lo tanto, debemos vivir desde nuestro centro, desde la fuerza de nuestro corazón.
“Para abrirnos profundamente, como lo requiere la vida espiritual genuina, necesitamos un tremendo valor y fuerza -una especie de espíritu combativo. El lugar donde crece este poder del espíritu guerrero es el corazón. (…) Necesitamos un corazón de guerrero que nos deje encarar directamente nuestros dolores y limitaciones, nuestros goces y posibilidades. Este valor nos permite incluir todos los aspectos de la vida en nuestra práctica espiritual: nuestros cuerpos, nuestras familias, nuestra sociedad, la política, la ecología, el arte, la educación. Sólo entonces podremos verdaderamente integrar la espiritualidad en nuestras vidas.”, dice Jack Kornfield, el bien conocido autor americano y budista.
Esto es lo que intenta la psicosíntesis: Una vida desde el poder del corazón no significa que vamos a estar constantemente sonriendo y caminando unos centímetros por encima del piso flotando por la vida, sino lo contrario -si tenemos el valor de unir la cabeza y el corazón, podemos encarar la vida e involucrarnos conscientemente con todas sus experiencias.
Somos ambas cosas, jardineros y árboles
Cuando reflexionamos en el centro de nuestra conciencia -el poder de nuestro corazón- nos encontramos con la gente e incluso con nosotros mismos con amor y compasión. Si actuamos como profesionales de la salud desde la comprensión, el sanador y el paciente son dos almas en un viaje, activaremos mejor nuestra contraparte con su propia fortaleza. Juntos caminaremos el sendero de la sanación, respetando a nuestra contraparte, entendiendo y descubriendo con él o ella nuevas formas y posibilidades de sanación. Es esta profunda conexión de corazón a corazón lo que hace que la curación sea posible.
Quién trabaje con la psicosíntesis, se dará cuenta rápidamente de que el método a la vez, recibió los hallazgos de la psicología clásica y de las enseñanzas de sabiduría de todo el mundo. Sea Cábala, Budismo, Chamanismo o Huna -todos ellos encuentran su equivalente en el método de la psicosíntesis.
La psicosíntesis funciona para explorar el subconsciente, con una variedad de métodos y técnicas, que se conocen también de las formas clásicas de terapia, como la terapia de conversación, de la imaginación, técnicas de ensueño, expresión creativa, meditación, trabajo corporal, etc.
La psicosíntesis usa muchas técnicas psicológicas activas que se dirigen primero al desarrollo y perfeccionamiento de la personalidad y una coordinación armoniosa con una creciente unificación con el ser.
Dependiendo del campo de actividad en el que se use y dependiendo de los varios propósitos a los que pueda servir, la psicosíntesis puede ser:
- Un método de desarrollo espiritual y de auto-realización
- Un tratamiento para desórdenes psicológicos y psicosomáticos
- Un método de educación holística que ayuda al niño (y a los adultos) a desarrollar sus talentos y su verdadera naturaleza espiritual
- Una expresión individual de un principio más amplio, de síntesis interindividual y cósmica.
La gente que sigue el camino de la psicosíntesis – aunque sea por un tiempo muy limitado – describe sus experiencias una y otra vez como extraordinariamente liberadoras, vitalizadoras y como una forma de promover su ‘joie de vivre’ [alegría de vivir]. Es un enfoque positivista que demuestra las debilidades y que cura, pero cuyo enfoque está dirigido a promover las fortalezas y potencialidades.
El modelo humano de la psicosíntesis
Diagrama
1 El inconsciente inferior
2 El inconsciente medios
3 El inconsciente superior
4 El campo de la conciencia
5 El ego o yo personal
6 El yo superior o transpersonal
7 El inconsciente colectivo
- El inconsciente inferior
corresponde al subconsciente de la psicología tradicional e incluye los procesos fisiológicos básicos de la vida, la coordinación de nuestro cuerpo, los instintos básicos, los impulsos primitivos, los recuerdos inconscientes de experiencias pasadas positivas y negativas, y diversas manifestaciones patológicas. - El inconsciente medio
simboliza el nivel en el cual nuestra conciencia vigílica está potencialmente consciente. Sigmund Freud llamaba a esta área el umbral de la conciencia. Es el espacio en el que tiene lugar una especie de preparación psicológica y/o integración de experiencias. - El inconsciente superior
ha sido conceptualizado en detalle sólo en la psicosíntesis. Es la morada de nuestras aspiraciones e intuiciones superiores, pero a menudo de funciones psíquicas y energías espirituales latentes e inconscientes. Es la fuente de origen del genio y de los estados de contemplación, iluminación y éxtasis. Los impulsos y energías que le dan forma al desarrollo del individuo y de la humanidad como un todo, son el resultado del inconsciente superior. - El campo de la conciencia
refleja el contenido de nuestra conciencia, lo percibido por nosotros en este preciso momento. Conocemos ésta área directamente, a través de nuestros sentidos. Es aquí donde tomamos la “verdadera corriente de conciencia infinita” en forma de imágenes, pensamientos, impulsos, sentimientos, sensaciones y deseos. En esta área estamos evaluando, analizando, y viendo todo el tiempo. - El ego o yo personal
es el centro de nuestra conciencia, el punto de nuestra auto-conciencia pura. Es el lugar del “Yo Soy”, el asiento de nuestra verdadera voluntad, que nos da la libertad para decidir con cuáles contenidos mentales (sentimientos, pensamientos, creencias, motivos, impulsos, etc.) nos identificamos o de los que nos queremos apartar (centrarnos). - El yo superior o transpersonal
es el punto de nuestro verdadero ser. Es nuestra fuente espiritual, donde experimentamos “la unidad”. El asterisco -dibujado con una mitad dentro del huevo de la carta y la otra mitad afuera -simboliza la naturaleza universal e individual de la existencia humana. - El inconsciente colectivo
Como humanos, estamos en contacto con nuestros contemporáneos. La línea externa del huevo de la carta simboliza una distinción, pero no la separación, más bien puede entenderse como una membrana que nos mantiene en un proceso de “ósmosis psicológica”, en un constante intercambio con el mundo que nos rodea. Es esencialmente similar al “inconsciente colectivo” de Carl Gustav Jung. Nosotros, a diferencia de Jung, hacemos una clara distinción entre las diferentes dimensiones del inconsciente colectivo.
Todas las líneas se interrumpen deliberadamente, para mostrar que no hay una separación real, sino que las transiciones están siempre fluyendo..
Bibliografía:
FERRUCCI, Piero: Crescere. Teoria e pratica della psicosintesi: 1981
FERRUCCI, Piero: What We May Be: Techniques for Psychological and Spiritual Growth Through Psychosynthesis: 2009
ASSAGIOLI, Roberto: Psychosynthesis: A Manual of Principles and Techniques: 1971
ASSAGIOLI, Roberto: The Act of Will: 2010
Información & contacto:
www.aeon.ch
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