El alimento constituye la base de la vida. El alimento sano construye los tejidos sanos del cuerpo. La comida fresca es la mejor. El alimento almacenado y el alimento con materia en descomposición, impacta sobre los tejidos. Si uno está acostumbrado a los alimentos impuros, desde la niñez, no puede ver ningún peligro inmediato en dicho hábito. Pero hay que recordar que la mayoría de los gérmenes de las enfermedades más terribles están contenidos en los alimentos impuros. Este conocimiento permite evitar los alimentos y bebidas almacenadas y la adopción de alimentos y bebidas frescos. El aplazamiento a tal adaptación sólo es admisible en una forma limitada. Eventualmente, la siembra ignorante producirá su cosecha de enfermedades incurables.
La vida moderna actual promueve mayoritariamente alimentos, jugos de frutas y bebidas gaseosas almacenados. No es de extrañar que estos alimentos y bebidas inferiores, contribuyan en el tiempo al aumento de nuestras enfermedades. La gente no tiene ni tiempo, ni inclinación para asegurar el suministro de alimentos frescos y bebidas frescas al cuerpo. Simplemente no consideran esta dimensión. Incluso las llamadas aguas minerales almacenadas en botellas de plástico, a lo largo de los días son cuestionables en cuanto a su condición saludable.
Los hombres no quieren caer enfermos y mucho menos con enfermedades crónicas e incurables. Entonces el primer y fundamental deber para prevenir la manifestación de enfermedades es asegurar una ingesta saludable, limpia y fresca de comida, en intervalos rítmicos. No se puede hacer mucho cuando la ignorancia ya causa el daño necesario. La gente tiene miedo de las células muertas del cáncer, sin embargo debe tener miedo de los alimentos que contienen materia muerta.
Una vida limpia no es más que la base fundamental sobre la cual se puede construir la actividad.
Para alimentar el cuerpo sutil así como también el cuerpo vital, la mejor manera es hacerlo a través de la dieta vegetal. La alimentación con verduras recién cocinadas es la más adecuada para los intestinos humanos. También se pueden ingerir vegetales crudos en la medida en que sean convenientes para los intestinos. No se considera prudente comer verduras crudas y verduras cocidas al mismo tiempo. Se debe dar un trabajo uniforme al sistema digestivo, y no un trabajo en zigzag mediante platos que requieren diferentes grados de digestión.
Los antiguos que conocían el orden de comer, recomiendan un preparado líquido dulce para empezar, seguido de alimento líquido tal como sopas de verduras mezcladas con arroz. Esto debería continuar con más verduras y lentejas, para concluir con yogur, y nuevamente una preparación dulce. Este orden de comida, recomienda la ingesta de líquidos de fácil digestión, seguidos de sustancias menos fácilmente digestibles y concluir otra vez con los platos que mejoren la flora del sistema digestivo. El principio y el final son a base de preparaciones dulces recién hechas. Tal es el orden dado en el Vishnu Purana, la Madre de todos los Puranas.
Los hombres deben conocer sus sistemas digestivos y desarrollar un programa en consecuencia, para evitar la indigestión y el estreñimiento, que tarde o temprano constituyen una plataforma para las enfermedades.
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