Remedios para la curación
El diente de león es una de las plantas medicinales más conocidas y más frecuentemente utilizadas. Aunque Paracelsus no menciona al diente de león en sus escritos, se dará un informe sobre esta eficaz planta medicinal. El diente de león es una de las plantas más importantes para el drenaje, y se utiliza en la medicina popular para las enfermedades del hígado y biliares, para estimular la diuresis y en las curas de primavera. Las hojas frescas se preparan como una ensalada. El diente de león activa la desintoxicación por medio del hígado, los riñones y los intestinos. Ayuda en la debilidad metabólica, la pérdida de apetito, la indigestión, estimula el hígado y la bilis, y actúa en la gota, el reumatismo muscular y articular. Las hojas y las raíces de diente de león tienen un poderoso efecto purificador de la sangre. Ayudan en las enfermedades de la piel, eczema, liquen, úlceras y enfermedad del azúcar. Además, el diente de león goza de una buena reputación como un remedio ligeramente laxante y calmante para el tratamiento de las hemorroides. En particular, la raíz tiene un poder purificador, resolutivo, expulsa toxinas, es diaforético (aumenta la sudoración) y vigorizante.
Los ingredientes del diente de león son: carotenoides, fitoesteroles, colina, taninos y la raíz también contiene el alcaloide Taraxina y el amargo Taraxacina.
Se recogen sólo las raíces o sólo los pimpollos antes de la floración o la flor en el apogeo. La raíz se arranca durante la primavera desde mediados de marzo hasta mediados de abril y desde mediados de agosto hasta finales de septiembre.
Lo más eficaz es el jugo fresco exprimido, del que se toman 2 a 3 cucharadas al día durante al menos de 3 a 4 semanas.
Como té, se utilizan de 1 a 2 cucharaditas en 1 taza de infusión; se beben a sorbos 2 a 3 tazas tibias al día con un poco de miel.
Jarabe de diente de león: «De 3 a 4 puñados llenos de flores de diente de león bien cocidas en 2 litros de agua, se cuela y en el jugo caliente se agrega 1 ½ kg de azúcar y el jugo de 2 limones, removiendo continuamente; se hierve el líquido de nuevo hasta que se desarrolle una masa con consistencia de jarabe espeso. Esta se envasa en botellas de cuello ancho. El sabor del jarabe obtenido así, si se prepara cuidadosamente, casi es imposible de distinguir de la miel. Actúa como un tónico, es purificante de la sangre y depurativo.» Willfort, p.340
WILLFORT, Richard: Gesundheit durch Heilkräuter. Rudolf Trauner Publishing House, Linz; 23ra edición 1986
Los comentarios están cerrados.