288 – Sexta edición
Creo necesario hablar también aquí del magnetismo animal, como es nombrado, o más bien Mesmerismo (como debería llamarse por consideración a Mesmer su fundador) que difiere mucho por su naturaleza de todos los otros agentes terapéuticos. Esta fuerza curativa, con frecuencia negada y desdeñada tan estúpidamente por una censura, obra de diferentes maneras. Es un don maravilloso e inapreciable concedido por Dios al género humano por cuyo medio la voluntad enérgica de una persona bien intencionada ejerciéndose sobre un enfermo por contacto o sin él y aún a cierta distancia, puede transmitir dinámicamente a otra persona, la energía vital del magnetizador dotado de este poder (de la misma manera que uno de los polos de una poderosa varilla imantada lo hace sobre una barra de acero).
Obra en parte restituyendo al organismo del enfermo su fuerza vital que es deficiente en algún punto; en parte también, en lugares en que la fuerza vital está acumulada en exceso y provoca desórdenes nerviosos, la separa, la disminuye y la distribuye uniformemente. Extingue en general el estado morboso del principio vital del paciente, y sustituye en su lugar la fuerza poderosa normal del magnetizador, como en los casos de curación de úlceras antiguas, amaurosis, parálisis parcial, etc. A esta clase pertenecen muchas de esas curaciones rápidas y evidentes realizadas por magnetizadores dotados de gran poder natural. El efecto más brillante de la transmisión del poder humano a todo el organismo, se ve en los casos de resurrección de personas que han permanecido algún tiempo en un estado de muerte aparente, por la voluntad muy poderosa y afín de un hombre dotado de gran energía vital1. De esta clase de resurrecciones la historia refiere muchos ejemplos innegables.
El magnetizador de uno u otro sexo, capaz al mismo tiempo de un entusiasmo bondadoso (aunque degenere en intolerancia, fanatismo, misticismo o sueños filantrópicos), podrá, a veces, realizar milagros aparentes si estuviese en absoluto dotado de fuerza suficiente para el cumplimiento abnegado y filantrópico de dirigir y al mismo tiempo de concentrar el poder de su voluntad imperativa sobre el sujeto que necesita su ayuda.
1 Especialmente de una de tales personas, de las que no hay muchas, que, junto con una gran bondad de disposición y perfectas facultades corporales, no posee sino un deseo muy moderado de relaciones sexuales, que le costaría muy poco trabajo suprimir por completo, en quien, por consiguiente, todos los finos espíritus vitales que de otro modo se emplearían en la producción del semen, están dispuestos para ser comunicados a otros, tocándolos y ejerciendo poderosamente la voluntad. Algunos mesmeristas poderosos, con los que me he familiarizado, tenían todo este carácter peculiar.
Aquí es relevante comentar algo sobre los poderes de maniobra de la vida que también se llama «Mesmerismo». Su fundador es Mesmer. Es diferente de otros métodos de curación de enfermedades. Todavía hay algunas personas que han interrumpido esto y quienes argumentaron que no existe ningún poder como este. Este actúa de muchas maneras. Es un poder mágico y es un gran regalo bendecido por el Todopoderoso a la humanidad. Cualquier hombre de fuerte voluntad e intuición puede transmitir este poder, ya sea con o sin contacto. La fuerza vital que hay en él puede transmitirse a otros en forma de energía vital. Un polo de imán fuerte influye en una pieza de hierro incluso sin tocarla. De la misma manera son los poderes de estos métodos.
Ayuda a llenar el vacío de la fuerza vital en el cuerpo del paciente donde sea necesario. Algunos pacientes se ven afectados por enfermedades nerviosas debido a la excesiva fuerza vital acumulada en algunas partes del cuerpo. En tales casos, este poder produce el equilibrio. Este poder puede utilizarse para traer la fuerza vital enferma a un orden saludable. Muchos casos de carbuncos, forúnculos, parálisis, etc., cuando se localizan en una parte particular del cuerpo pueden curarse con la ayuda de estos poderes. En la antigüedad, los grandes videntes, que curaban las enfermedades con su fuerza natural de intuición, pertenecen a esta categoría. Los resultados de estas fuerzas son conocidas, cuando una persona perfectamente sana y con una fuerte voluntad transmite este poder a través del amor y de intuición piadosa a otra persona. Algunas personas, que permanecieron como muertas durante algún tiempo, se les hace vivir por este método. En tales casos de renacimiento, no hay nada que contradecir. En la historia, hay muchos ejemplos. En base a esto, la intolerancia, el fanatismo, el misticismo o el sueño filantrópico, etc. pueden haber degenerado. Pero aparte de todos esos experimentos maléficos, hay algo de verdad en este método. Cualquier hombre o mujer de naturaleza amable puede llevarlo a cabo. Las personas entusiastas con devoción y entrega pueden experimentar esto. Con buena intención y amor universal, este poder puede extenderse a aquellas personas, que merecen tal ayuda. Estas grandes personas también pueden lograr ciertos resultados mágicos concentrando su fuerza de voluntad.
Explicación Master EK
Las personas que realizan a Dios con amor universal y con autorregulación alcanzan ciertos poderes de forma natural despertando en ellos mismos, la luz en los planos vital, mental e intelectual. La vista, el tacto, el habla, la presencia de las bendiciones de tales personalidades purifican los planos vital, mental e intelectual de los demás. Por ellos, los defectos en ellos son neutralizados. Como parte de ello, sus enfermedades también se curan. Esto se conoce en la India desde hace siglos. Esto es reconocido por los occidentales que abrieron caminos para utilizar el «Mesmerismo». Este sistema es establecido por ‘Mesmer’. Por lo tanto, se llama mesmerismo. Como es nuevo, muchos lo han criticado. Los materialistas argumentaron con una visión estrecha que no era verdad. En siglos anteriores, Jesucristo y su contemporáneo Apolonio, etc. exhibieron ciertas magias. Como ninguno de ellos es occidental, esto no entró en sus cerebros. El Dr. Hahnemann, que pudo visualizar todo esto, alcanzo este poder y con un amor ilimitado por la humanidad, curo muchas enfermedades y con esa experiencia dio estos principios. Estableció que este poder estaba regulado por la fuerza vital y que influye en el plano vital del paciente y por lo tanto se puede utilizar para la curación de enfermedades. Explica que los forúnculos, etc., están llenos de una circulación excesiva de energía vital y se pueden ajustar a la normalidad sólo mediante este proceso intuitivo.
En este contexto, explicó que el sanador tiene que utilizar la energía vital que hay en él. Aunque esto también es un método, no es un método correcto. Con esto, el médico pierde gradualmente su energía vital y se debilita. También sucumbe a las enfermedades. Paralelamente a esto, hay otro método, es decir, atraer la Luz Divina en el Aura de su fuerza vital, tocando los órganos del cuerpo mentalmente. En este método uno debe aprender a meditar y sentir al paciente también como una de las encarnaciones de Dios. Además de curar las enfermedades, la fuerza del médico no disminuye ni se desperdicia; por el contrario, aumenta.
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