Una de las preguntas más importantes que mucha gente se hace cuando debe tomar decisiones es: ¿Decido con la cabeza o con el instinto de las tripas? ¿Qué es lo correcto? ¿Puedo de alguna manera confiar en mis vísceras? Sí, porque ahora incluso los científicos llaman al vientre “el segundo cerebro”.
Según las revelaciones recientes, incluso los científicos hablan del vientre como el “segundo cerebro”.
El científico americano Michael Gershon ha probado que sustancias altamente activas a nivel psicológico tales como la serotonina, la dopamina y los opiáceos se producen en el vientre. El 90% de las conexiones nerviosas van del vientre al cerebro. “Las decisiones se hacen desde el instinto visceral”, se dice popularmente. Ha llegado el momento de reconectarse con el poderoso centro y tomar en serio las voces interiores. En las tradiciones orientales -por ejemplo en la cultura japonesa, Hara, el centro, es uno de los aspectos más importantes de la vida y de las prácticas espirituales. Hara significa: la verdadera naturaleza, donde se puede ser realmente humano.
Estar en Hara con presencia significa estar presente conscientemente en toda el área del vientre, tanto en la pelvis, en el abdomen inferior, como en el 3r chakra. Cuando el flujo de energía se bloquea en los tres primeros chakras, esto se manifiesta como un bloqueo en la sexualidad, los sentimientos, la sensualidad y la autoestima. Hara conecta con el chakra raíz, la voluntad y la firmeza. “¡Aquí estoy, aquí soy!”
Sabido durante milenios
En el Ayurveda, durante miles de años se ha sabido que la salud está estrechamente relacionada con la condición de nuestro vientre. Antes de nacer, el ombligo alimenta al niño que todavía no ha nacido a través de la placenta de la madre; después del nacimiento éste nutre energéticamente a la persona a través del Prana – la energía vital. El 3er chakra (Manipura) y el fuego digestivo (Agni) se sitúan en el área central del ombligo. Son controlados y regulados a través del Nabhi.
Todos los Nadis y Pranas convergen en el Nabhi del ombligo
Todos los Nadis y Pranas convergen en el Nabhi del ombligo y pueden armonizarse y fortalecerse a través de este punto principal. Nabhi se conecta con los órganos internos mediante los Nadis y los provee de Prana y de esta manera combina lo sutil y lo físico. Cuando el centro del ombligo está en armonía, sentimos que estamos centrados y en contacto con la raíz de nuestro ser. La racionalidad de las sociedades industrializadas nos ha apartado de nuestro centro. Las indicaciones de la investigación, la medicina, la probabilidad y las normas sociales determinan nuestros pensamientos y nuestras acciones. Una agenda apretada, el estrés emocional, una dieta y un estilo de vida poco saludables nos apartan de nuestra verdadera naturaleza. Mucha gente parece haber perdido la conexión con su vientre y sus emociones. En vez de focalizarnos en la idea de que “la barriga tiene que desaparecer”, deberíamos despertar y reconectarnos con nuestro instinto visceral y nuestra intuición. Depende de nosotros despertar, parar el carro que estamos conduciendo, bajar y parar para pensar, de forma que examinemos y repasemos nuestros hábitos de estilo de vida y si éstos son correctos.
Desaceleración y regularidad
En el Ayurveda, el abdomen inferior está considerado como la sede principal del dosha Vata. Cuando hay un desequilibrio, esto puede causar varios síntomas tales como hinchazón, digestión irregular, dolores de cabeza tensionales, dolor de articulaciones, dolor de espalda, calambres menstruales y afecciones del tracto urogenital, así como también tejido conectivo débil, circulación sanguínea lenta, congestión linfática y un bajo tono muscular. La desaceleración y la regularidad, tanto en la vida diaria como en la dieta, calman el sistema nervioso y armonizan el dosha Vata. La comida debe ser principalmente caliente, cocida, nutritiva, molida y suavemente condimentada para fortalecer la digestión y el metabolismo.
El dosha Pita se localiza en el estómago, en el intestino de doce dedos y en el intestino delgado. Su poder de guía y transformación trae alegría en el trabajo, y ayuda a determinar y decidir. Nos llena de conocimiento y motivación que nos ayuda a superar obstáculos. Cuando utilizamos este poder somos muy efectivos. Cuando, sin embargo, este poder pierde la conexión saludable con nuestra mente, se puede desarrollar un carácter destructivo que a nivel físico puede causar inflamaciones, indigestión, diarrea, visión borrosa (ver rojo). En este caso se debería evitar completamente la comida ácida, picante, demasiado salada y caliente. Esto incluye cualquier fruta o verdura ácida, café, carne, alcohol y vinagre, comida muy salada como el queso y productos procesados. La dieta debería refrescante, amarga y dulce.
«La salud está estrechamente conectada con el estado de nuestro vientre.»
Concepto individual
Con sus diferentes métodos de tratamiento, el Ayurveda ofrece un concepto individual para cada tipo de constitución para la relajación, la limpieza y la estimulación del vientre, sus órganos y los puntos de energía. Los bloqueos no resueltos en los planos emocional y físico a menudo son la fuente de trastornos del equilibrio interno y pueden llevar a dolencias físicas. Los viejos patrones de pensamiento que han caracterizado la forma de vida hasta ahora, serán examinados bajo la luz de su validez en la actualidad y de esta manera pueden resolverse, transformarse y eliminarse.
Los métodos de tratamiento comprenden tanto los masajes especiales, los tratamientos terapéuticos como Dharas (derramamientos), Basti (tratamientos de aceite internos y externos, enemas), Pichu (aplicaciones de aceite con hierbas), administración interna de hierbas y una dieta y consejos de salud específicos. El yoga, los métodos terapéuticos espirituales y los ejercicios meditativos ayudan a disolver los bloqueos y a limpiar los Nadis y Shrotas y ayudan a que el material denso y las energías sutiles vuelvan a fluir. Armonizando el vientre, el “segundo cerebro”, sus chakras, los puntos Marma y los Nadis, se equilibra la conexión entre el pensamiento y el sentimiento. Esto ayuda a percibir la “voz del vientre”, a entrenar la intuición y a centralizar nuestra fuerza interior.
«La racionalidad de las sociedades industrializadas nos ha alejado de nuestro centro.»
Crear islas de felicidad
Pregúntate a ti mismo cada mañana después de despertarte, qué podría traerte alegría hoy, y mira dónde puedes construir este momento hermoso en tu día. Esto puede ser una cosa pequeña, quizás ir a un lago, sentarse en un banco y mirar el agua. Estos pequeños momentos de felicidad entrenan la “intuición de las tripas”, que necesita alegría y amor para despertarse. Recuerda un momento en que estuviste en contacto con tu voz interior, muestra tus ganas de reintegrarla en tu vida.
Masaje del vientre
Dirígete a tu vientre amorosamente, por ejemplo, con un masaje agradable por la mañana o por la noche. Estírate sobre tu espalda, pon los pies separados a la misma distancia que los hombros, deja que tu respiración fluya calmada. Pon tus manos en contacto con tu vientre. ¿Cómo lo sientes? ¿Está frío o caliente? ¿Duro o blando? ¿Está en movimiento o en completo reposo? Siente cómo se eleva y desciende, la respiración se calma y se hace más lenta, el vientre se relaja y se expande. Préstate total atención con tus manos y agradece el trabajo hecho durante el día y durante la noche. ¿Qué se siente cuando lo cuidas amorosamente y tus manos tocan el vientre? ¿Cómo cambian tus sentimientos y tus pensamientos? Si tu vientre sufre en ese momento porque no lo cuidaste apropiadamente, pregúntale qué necesita. ¿Quizás le gustaría un pequeño masaje de cinco a diez minutos por la mañana o por la noche?
Pon algún aceite caliente (aceite de sésamo o de almendras) en tus manos y masajea tu vientre muy suavemente con las dos manos en la dirección de los intestinos: pon tus manos por encima del ombligo en la parte derecha del abdomen, después muévelas directamente hacia la parte izquierda, gira a la izquierda y abajo por debajo del ombligo, después masajea del lado izquierdo al derecho y otra vez hacia arriba por encima del ombligo. Toda la palma de la mano masajea en círculos grandes y suaves. Siente el tacto, mira hacia adentro mientras tu respiración continúa fluyendo tranquila, y percibe tus sentimientos. Ahora masajea con los dedos de una mano, formando círculos pequeños en la dirección de las agujas del reloj, acompañando cada círculo con un ligero énfasis. Descansa un momento y percibe tus sentimientos. Pon las dos manos en tu vientre y déjalas descansar. Siente tu respiración, cómo toca ligeramente tus fosas nasales, fluye a través de la garganta, cómo amplía el pecho y el área del vientre, eleva y desciende tus manos. Lleva tu atención a Hara, el punto que está entre cuatro y cinco centímetros por debajo de tu ombligo, percíbelo y percibe tus sentimientos.
(Continuará)
La autora es especialista Ayurvédica, sanadora/naturópata, con práctica privada en Biel, Suiza, dirige el entrenamiento en REAA, en masajes y especializaciones.
www.ayurvedabalance.ch
Los comentarios están cerrados.