La fuerza de voluntad puede dirigir la energía psíquica. El viejo refrán, «Donde hay una voluntad, hay un camino» es cierto en su sentido oculto. Los hombres pueden ser estimulados por su voluntad, de modo que dirijan su energía de manera significativa y encuentren la armonía de la vida. Reforzar la voluntad de los débiles es con mucho la actividad más elevada de la curación. Cuando se refuerza la voluntad, toda persona puede hacer maravillas con ella, los fracasos se pueden convertir en éxitos, el sucumbir a las enfermedades se pueden superar, lo que parece insuperable se vuelve superable. Los ejemplos son muchos.
Los hombres tienen que recordar su capacidad innata e inherente. Los hombres no utilizan generalmente la voluntad, con la que cada uno de ellos está dotado. En los casos de enfermedad, se tendrá que animar al enfermo de toda manera posible, que su enfermedad se curará muy pronto y que va a encontrar su camino en la vida con entusiasmo renovado.
Por ejemplo: Un diabético puede ser informado de la disciplina necesaria para controlar su diabetes a través del ejercicio adecuado, el alimento correcto y el ritmo correcto. También se le debe informar que si sigue la disciplina relacionada con la diabetes y asegura su regulación, simultáneamente tendrá muchos otros beneficios que surgen de tal disciplina. Una persona que sigue la disciplina de la diabetes será selectiva en su ingesta de alimentos, prestará atención a los ejercicios y tendrá cuidado de su rutina diaria. Cuando se sigue esto, evita las posibilidades de: obesidad, hipertensión, problemas cardiacos y trastornos renales. Una disciplina sencilla le permite «mantener a raya» otras enfermedades. Hay hombres que siguieron la disciplina de la diabetes y vivieron sanos y funcionales hasta los noventa años. Jiddu Krishnamurthy, un famoso filósofo de los últimos tiempos, demostró esto. Ni siquiera tomó medicamentos. Es una cuestión de voluntad.
En cambio, si se informa a un paciente diabético que la diabetes es una enfermedad de por vida, que conduce gradualmente en una década a la hipertensión, problemas cardiacos y que poco a poco tendrá problemas de riñón, disminuye la voluntad del paciente. La autosugestión trabaja, e invita a todas las enfermedades a su debido tiempo y sucumbe a ellas. La diabetes es vista como una enfermedad que surge de la inercia o la hiperactividad. Cuando los hombres entran en el ritmo necesario, se logra el áureo punto medio. La inercia y la hiperactividad se reúnen en su punto de encuentro, que se llama equilibrio. Cuando se logra el equilibrio en la vida, se mantienen alejadas muchas enfermedades.
El Ayurveda dice: «Asegura la defecación diaria. Que la defecación sea completa. No comas ni bebas a menos que realmente sientas hambre y sed. «El Ayurveda dice además, que si se siguen los principios mencionados, lo aíslan de enfermedades estacionales, así como de enfermedades crónicas. La base de múltiples enfermedades se ve en la indigestión. Cuando la digestión es completa y eficaz, el hombre se energiza y vive saludablemente. Tendrá un cuerpo resistente a las enfermedades. Incluso en este caso se requiere que ejercite la voluntad para asegurar la ingesta de alimentos digeribles y también para asegurar la defecación diaria saludable.
La voluntad transforma mucho. Fortalecer la voluntad es curar. Que el curador se fortalezca todos los días con la energía de la voluntad y transmita a través del amor, la energía para estimular la voluntad de los pacientes, la que a su vez trabajará con eficacia para transformar al paciente de la enfermedad a la salud. Hay un profundo significado cuando Jesucristo dijo: «Yo soy el hijo de Dios y tú también» Al decirlo, abrió las puertas a los seres humanos a innumerables posibilidades divinas. Que los sanadores y los médicos comprendan la belleza de la voluntad y la utilicen de manera apropiada para servir a la vida circundante.
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